Cuba enfrenta un grave deterioro en su servicio de Internet, directamente vinculado a la severa crisis energética que atraviesa el país. Los continuos apagones, que en algunas zonas superan las 20 horas diarias, han reducido drásticamente el tráfico de red, afectando la comunicación y el acceso a servicios esenciales.
Según datos de Cloudflare Radar, desde las 11:00 AM del jueves, el tráfico de internet en la isla ha caído entre un 24% y un 44% de su valor habitual, mientras la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones colapsa ante la falta de inversiones y el creciente déficit de generación eléctrica.
NetBlocks, la organización que monitorea el acceso a Internet y la censura digital a nivel mundial, también reportó en su cuenta oficial de X la caída del servicio de Internet en la Isla.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, anunció recientemente medidas restrictivas para reducir el consumo de electricidad, afectando todos los servicios no esenciales, incluidas las actividades culturales y docentes. Esta situación agrava aún más la conectividad, dejando a millones de cubanos sin acceso a la red y limitando su comunicación, el acceso a plataformas educativas y servicios en línea.
Aunque el gobierno ha intentado priorizar el consumo eléctrico en el sector residencial, los apagones continúan extendiéndose por todo el país, salvo en La Habana, donde las restricciones son menos severas. Además, la red de telecomunicaciones de Cuba, dependiente en gran medida de la electricidad, muestra señales de colapso. La estatal ETECSA no ha podido garantizar una conexión estable debido a la falta de recursos y la creciente demanda.
A pesar de los esfuerzos del régimen por promover fuentes de energía renovables como los parques fotovoltaicos, estas soluciones no resolverán la crisis en el corto plazo. La realidad es que la crisis energética actual seguirá impactando la conectividad en Cuba, afectando la vida diaria de los ciudadanos que dependen de internet para trabajar, estudiar y acceder a información crucial.