El director territorial de ETECSA en Cienfuegos ordenó retirar el acceso a Internet a los trabajadores por no defender la revolución en Twitter, según denunció en su canal oficial el youtuber, influencer y activista cubano Eliecer Ávila.
La empresa cubana ETECSA proporciona “teléfonos con datos incluidos” a sus trabajadores con la condición de defender al comunismo en las redes sociales. La estrategia consiste en crear cuentas falsas para influir en la opinión pública y viralizar contenido favorable al régimen cubano, a cambio de acceso a Internet gratis.
Eliecer Ávila recibió audios de los propios trabajadores de ETECSA en Cienfuegos, quienes le pidieron que denunciara lo sucedido.
En los audios, Diagni, jefe de informática del monopolio estatal en Cienfuegos, explica en una reunión con los trabajadores por qué se les quitó el acceso a Internet. Según el trabajador informático, la red social más vigilada por la empresa es Twitter, ya que es fundamental para crear estados de opinión y “combatir en las redes sociales”.
“Esto se alertó, se les dijo hace meses y el que tuviera un problema debía dirigirse a los informáticos de la empresa,” explicó Diagni, dando a entender que no había justificación para no cumplir con el trabajo en las redes.
También reprendió a los trabajadores por utilizar los dispositivos para asuntos personales en WhatsApp y Facebook, en lugar de usar los datos para tener actividad en Twitter, y agregó que “esos datos el director los tiene.”, lo cual indica que las cuantas de Twitter que usan los trabajadores son creadas y monitoreadas desde la dirección para controlar y vigilar.
“Me da pena, pero no hay mucho que hacer,” dijo, refiriéndose a que el acceso a Internet retirado no sería restablecido, aunque momentos después aclaró que solo era una advertencia y que el acceso a Internet les sería restablecido en una semana.
Eliecer Ávila comentó sobre la situación: “El comunismo es una gran mentira, es una gran obra de teatro trágica donde increíblemente muchos se prestan para ser actores de la destrucción de sus propias vidas y de sus propias libertades.”
Este tipo de prácticas no se limita a Cienfuegos; en muchos centros de trabajo y escuelas en toda Cuba, las personas son convertidas en lo que se conoce en las redes como “ciberclarias,” personas al servicio del gobierno cubano bajo la amenaza de perder su trabajo, estudios o acceso a Internet gratis.