LA HABANA, Cuba. – Durante varios años, las zonas Wifi instaladas por ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba) fueron centros de gran actividad y lugares importantes en la vida del pueblo cubano. Para un observador desde fuera de la Isla los llamados “parques Wifi” pueden no significar mucho, pero para el cubano ha representado un gran avance en su necesidad de abrirse al mundo.
En el año 2015, por primera vez en la isla caribeña, los ciudadanos tuvieron acceso a Internet en 35 lugares del país. En cada sitio la conexión permitía entre 50 y 100 usuarios con una velocidad de un mbps, con una reducción del costo por hora de 4,5 dólares a dos.
Las zonas seleccionadas fueron espacios públicos como parques, avenidas y paseos peatonales en varias ciudades de 15 provincias existentes. Hasta ese entonces, solo el 3,4 por ciento de los cubanos, según datos de la ONU, podían conectarse, lo que representaba una de las tasas más bajas de conectividad a internet a nivel global.
La afluencia a los “parques Wifi” recién habilitados fue inmediata. En dos años, aumentaron a 370 zonas Wifi. Cada día se registraban alrededor de 410,000 conexiones, lo que significaba que cientos de miles de personas accedían a internet. Sin embargo, pronto se reveló que esta situación no era ideal. Algunos de estos sitios eran propensos a la presencia de personas ebrias, mucho tráfico, negocios privados o estatales. Además, el clima también afectaba: el sol era molesto y la lluvia, además de empapar, interrumpía la conexión. También existía el peligro de robos, especialmente durante el horario pico, de 6 de la tarde a 11 de la noche. Los parques dejaron de ser lugares para relajarse y disfrutar con privacidad.
Esta situación cambió en 2019, cuando internet llegó por primera vez a los hogares cubanos a través de dispositivos domésticos, disponibles a partir del 19 de julio, los cuales proporcionaban internet en un radio de captación de hasta 300 metros. Más de dos millones de usuarios se sumaron al mundo de la red de redes gracias a esta nueva disposición. Sin embargo, había restricciones, como el tipo de equipos autorizados y la obligación de declararlos.
Para evadir los altos costos y las deficiencias del servicio, los cubanos empleaban formas alternativas, como el uso de los llamados “nanos” para acceder a internet gratuitamente, o al menos mucho más barato, antenas Wifi particulares y la instalación de redes de cables en los techos de las casas y edificios para compartir información, aunque estas prácticas eran perseguidas por las autoridades, como fue el caso de la red de barrios SNET, una red de computadoras que nacío en La Habana y se extendió a otras provincias.
El verdadero cambio llegó en diciembre de 2018 con la introducción de paquetes de datos de 3G en los teléfonos inteligentes. Para utilizarlos, bastaba comprar una tarjeta SIM cubana. Sin embargo, el alto precio de estos paquetes, 7 dólares por 600 MB y 10 dólares por 1 GB, dificultaba su acceso para el cubano de a pie.
Actualmente, las aplicaciones VPN, como HTTP Custom se han convertido en la opción más viable para acceder de forma gratuita a internet, aunque requiere cierto conocimiento avanzado.
Es importante destacar que no existen tarifas planas de datos. El acceso a internet se cobra por tiempo o está limitado en el consumo de datos, aunque existe un servicio llamado Nauta Plus lanzado hace un poco más de un año que ofrece Internet por 25 dólares mensuales y solo puede pagarse desde el exterior.
En cuanto a los parques, con la llegada del 3G y 4G a los teléfonos móviles, no solo se beneficiaron los usuarios, sino también las zonas de Wifi, especialmente los lugares de recreo.
Los parques, aunque continúan en pésimas condiciones, han recuperado la tranquilidad que tenían antes de 2015, pues ya no están tan concurridos por usuarios navegando. Actualmente, pocas personas visitan estos lugares, en cambio la mayoría se conecta desde el hogar usando un dispositivo Wifi.